viernes, 7 de febrero de 2014

LA ENFERMEDAD QUE TENEMOS.



Un buen día tuve la oportunidad de conocer a una persona particular. No quiero decir que casi todos somos iguales, al contrario, todos somos particulares y únicos. Pero a veces conocemos personas que dejan cosas en nosotros. Esta fue una de ellas…
Tenía una vida precaria basada en la semi pobreza. No era más que un simple trabajador intentando ganarse la vida. “Ganarse la vida”, esa frase siempre me pegó fuerte; suena como si uno no tuviese derecho a vivir. Al contrario de eso, cada persona tiene que ganarse el derecho a vivir y eso depende en qué cultura vivas y muchos factores mas. No lo pensamos, pero es así; lamentablemente nadie posee (o nadie respeta) el derecho propio a la vida  que tan solo posees  por ser un ser vivo.
Volviendo un poco, como les decía, esta persona trabajaba para subsistir. Un trabajo precario por acá y trabajitos sueltos por halla era todo lo que tenía por ese momento. Eran épocas invernales en donde hacía mucho frío. Su trabajo que le exigía vestir de zapatos y pantalón de vestir,  pero su sueldo era escaso y estaba en negro. Un día de mucho frío fue con otra ropa más abrigada para no enfermarse. Por supuesto que le llamaron la atención por no traer la vestimenta requerida. Su excusa fue tan simple como valedera: “con la ropa que tengo sufro de frío y no dispongo de dinero para comprar algo más abrigado y no me quiero enfermar. No es que quiera rebelarme o traer problemas, simplemente no me alcanza el dinero para lo que la empresa requiere.” No hay que ser genio para darse cuenta que no está bien tener un empleado mal pago y de manera precaria.
Por un momento guardé la esperanza de que ellos le dieran una solución apropiada. Muchas veces las empresas les dan la ropa que quieren que usen sus empleados o el dinero para comprarla. Pero sucedió todo lo contrario, no le dieron ninguna solución sino que le obligaron a seguir cumpliendo las normas de la empresa sin importarles su frío o su mal estado económico (siendo ellos los responsables por tan bajo sueldo). Esta persona igual decidió por su salud y soportar las consecuencias.
No es necesario continuar con la historia de esta persona pero sí es extremadamente útil contarles lo que llegué a redescubrir en ese momento. Digo redescubrir porque es algo que todos sabemos, hablamos y oímos pero muchos no le damos importancia. Es como decir que una enfermedad es peligrosa, lo hablamos, lo oímos y decimos que hay que combatirlas pero sin embargo de una manera u otra nos la contagiamos y no hacemos nada al respecto. Hablo de lo siguiente: del egoísmo. No sabemos a cuántas personas podemos dañar con él. Mucho decimos que no somos homicidas pero con el… podemos matar, quién sabe, a cuántas personas.
Deseo en mi corazón que esto le sirva tanto a ustedes como me fue útil a mí; y si alguien padece alguna necesidad, no le pongamos obligaciones, sino soluciones y algo de solidaridad.

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