martes, 12 de mayo de 2015

TRES O CUATRO CASTAÑAS


 
Un amaestrador de monos, en el Reino de Song, era muy aficionado a estos animales y mantenía un gran número de ellos. Era capaz de entenderles, y los monos a él. Por supuesto, tenía que apartar una porción de la comida de su familia para dársela a ellos. Pero llegó un día en que no sobraba comida en casa y él quiso disminuir la ración de los monos. Temía, sin embargo, que no estuviesen de acuerdo con esto, y decidió engañarlos.
         - Les daré tres castañas cada mañana y cuatro cada tarde – les dijo –. ¿Será suficiente?
         Todos los monos se alzaron en señal de protesta.
         - Bueno, ¿qué les parece entonces: cuatro en la mañana y tres en la tarde?
         Los monos, esta vez, volvieron a ponerse en cuclillas, bastante satisfechos.

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