martes, 19 de mayo de 2015

VENDE EL JOYERO Y LE DEVUELVEN LAS PERLAS

 
Un hombre, natural del Reino de Chu, decidió vender unas perlas en el Reino de Zheng. Hizo un joyero de madera finísima, perfumado con especias, con incrustaciones de jade y otras piedras preciosas y, forrado en plumas de martín pescador.
         Resultó que un hombre de Zheng compró el estuche, pero devolvió las perlas al vendedor.
         Este individuo puede ser considerado un hábil vendedor de joyeros; pero, en ningún caso, se le puede reconocer como vendedor de perlas.

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