domingo, 29 de mayo de 2016

ESTÚPIDO PATÁN.


Un afamado filósofo tenía una cita para debatir con Nasrudín. El día señalado, a la hora convenida, llamó a su puerta. Nadie respondió. El mulá había olvidado el compromiso y estaba en la casa de té jugando a las damas.

A medida que esperaba, el filósofo se iba poniendo más y más nervioso. Y al final, antes de irse, tomó un trozo de tiza y escribió en la puerta: "Estúpido patán".

En cuanto llegó a su casa y vio lo escrito, Nasrudín corrió a casa de su invitado.

-¡Lo siento tanto! Olvidé nuestra cita por completo -dijo-. Sólo me he acordado cuando he vuelto a casa y he visto que habías escrito tu nombre en la puerta.

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